28.2.11

Crónicas que se gestan-La próxima ecografía-

   En la última visita al obstetra, además de alegrarme un poco por el mínimo aumento de peso, la ansiedad se manifestó impune. Próximo destino: ecografía 4d...no basta con que una asuma dimensiones estrafalarias para que encima el doc imponga la multidimensionalidad tecnológica...
   Sin demasiada opción para elegir, me guardé mis reservas respecto a si vale la pena o no esta práctica ultra moderna y fue entonces cuando me asaltó la urgencia por  mirar...una urticante y desesperante urgencia que confieso no haber manifestado en demasía...y mientras los días pasaban según el calendario asi lo disponía, yo miraba...
   Caminé por la calle mirando...a las mujeres sin panza, a las con panza...buscando diferencias o semejanzas con la mía, para inflarme cuando me parecía que "está redondísima" la que caminó a mi lado, para envidiar buenas tetas, o porque sí...mirar y comparar...ni en este momento de preñez dejamos de hacerlo, quien esté libre que tire la primera piedra...
   Cuando esas miradas se volvían para mis adentros, trataba de buscar las causas de este habitual voyeurismo. ¿Vendrá de nuestros antepasados? ¿Será una obvia manifestación de nuestra inseguridad? ¿Para qué nos sirve medirnos con los demás, sobre todo con modelos 90-60-90? ¿Otro signo más de neurosis?...como estos interrogantes, miles que quedarán dando vueltas porque no voy al analista...al menos por ahora...así que me conformo sabiendo que las tengo a mamá o a Vivi para que me orienten en las respuestas, mientras yo sigo mirando y los invito a ustedes a que hagan lo mismo...
















  



19.2.11

Crónicas que se gestan-Mi embarazo y yo...

   Esto fue lo primero que escribí, anterior a estas crónicas que comencé a redactar por el simple hecho de compartirlas...

   Es una sensación que lamento no puedan tener ustedes, hombres. Seguro los haría menos soberbios, y más vulnerables aún. Comprendo la superioridad de la mujer en este instante en que puedo, con un gran auricular apoyado en mi panzota, hacerle escuchar a esta vida que patea, que se mueve dentro mío, la música elegida por mí para él.

   No todo el tiempo es agradable. Eso es una mentira grande como que hombres y mujeres somos iguales porque nos crearon a imagen y semejanza....A menudo duele sentir que no hay posibilidad alguna de que tu piel se siga estirando, de que tus órganos sigan creciendo y tu cadera ensanchándose...A veces es hermoso contemplar los movimientos de la redondez, que pasa a ser una circunferencia gelatinosa constantemente inquieta...Otras es quietud y una hasta se olvida de que ya no pasa entre la silla y la pared...tal vez lo recuerda cuando te gritan "dejá de hacer fuerza" "quedate un poco quieta, esa criatura debe estar mareada"...y a mí me divierte...y me enoja que tanto quieran cuidarnos, aunque un poquito me aproveche...
   Y ya pasaron casi siete meses...y falta cada vez menos...y cada vez más es mayor el temor, al parto, al dolor, al llanto, al descubrirlo, a casi casi todo diría...y se complica contener la lágrima constante sin motivo...y leo y lloro, hablo y lloro, me río y lloro...y meo, todo el tiempo, mucho poquito o nada pero necesito correr al baño al menos dos veces por hora...
   Y escuchás consejos de otras madres que ya pasaron "por esto"...y que comprate la crema de caléndula para que no se te agriete el pezón...que dar de mamar te lastima muchísimo pero adelgazás ...que aprovechá a dormir ahora porque después nunca más...que estás bárbara...que qué grande esta esa panzota...que seguro será grandote y cabezón...que ponete derecha...y muchísimos que más...Silencio mujeres!!tu preñez no es la mía no es la mía y viceversa...sé que es inevitable, viene con el paquete por nueve meses...
   Y así estoy...y así me siento...feliz, con una felicidad que no consigo explicar, si es que ésta merece explicación alguna...
   Y así sigo...

14.2.11

Crónicas que se gestan-Parte dos-

   Ahora  a contarlo....

   ¿A quién se lo decimos primero? fue la incógnita que siguió a los festejos. Un momento que debería ser placentero se convierte en una enorme angustia cuando te detenés a reflexionar sobre las posibles reacciones de los otros..."¿le dijiste antes a tu hermana menor que a la menos menor?" imaginaba que podrían demandar...teniendo en cuenta que tengo cinco hermanos algunos viviendo en otras ciudades, descarté esa idea de mi cabeza porque indefectiblemente se enterarían a destiempo.
   Pero, ¿la familia de él o la mía primero?...ahí no tuve reparos y le ordené irnos a San Nicolás con la buena nueva a la mañana siguiente...Él, siempre más prudente que yo, sugirió aguardar hasta el análisis de sangre...delirante!!! Esperar más de dos días con esta cuasi certeza en mi poder era una bomba de tiempo...
Y la familia que no se reunía, uno entraba y el otro se iba...y yo sin fumar....Hasta que entre pizzas y agua para mí, lo arrojé sin preámbulos..."Ah, estoy embarazada"...esbocé entre medio de una conversación sobre empleados públicos municipales e ineficiencia....
    Silencios, caras de exclamación..."no entiendo cuál es la sorpresa si no nos cuidábamos"...
   "La manera de decirlo" me reclamaron...
   Se dice como sale...hacía más de diez horas que estaba buscando internamente qué palabra encabezaría la oración, en qué momento propicio, con qué gestos...y al momento de anunciarlo, fue sin pensarlo previamente. Simplemente las escupí concatenadas porque ya comenzaban a atorarse en mi garganta...
   Y después de los besos, los abrazos y demás ejemplos de congratulaciones, entendí que para estas ocasiones el orden de los factores no altera el producto...

   Creo que a la semana fui a la ginecóloga con los resultados del famoso SubBeta cuantitativo, no reconocido por la obra social y confieso doloroso al pagar, que arrojó un resultado que no alcancé a comprender...lo leía y se me cruzaban los números Vallor hallado 14308.0 mUI/ml...el valor de referencia hasta 5 mUI/ml...ahí me taré, ¿cinco qué? ¿mi resultado era mayor que esa unidad?...caminaba hablando con mi amiga Romina, quien se rió mucho de mi ignorancia y alegó "estás embarazadísima"...tanto, que la doctora cuando lo vio dijo "con esos resultados pueden ser dos"...
   ¿¿Dos?? pensé...pará pará...de a uno por vez pensé, no hay antecedentes familiares, imposible..."siempre hay una primera vez" sentenció socarrona...
   Después se enojó porque yo, en un rapto de impaciente urgencia, ya había sacado turno con un obstetra, aún a sabiendas de que no es más ni menos que su hermano...todo queda siempre en familia....
   Antes de irme del consultorio, y creo a modo de venganza, logró atemorizarme cuando me dijo que con el grado de hipotiroidismo que tenía podía producirse un aborto espontáneo y que urgente volviera al endocrinólogo para que me medicara...
   El inconsciente sabe cuando actúa y por qué...el próximo análisis de sangre arrojó resultados tan buenos que no hizo falta que siguiera tomando la droga recetada...y como a menudo logro entender que mis dolencias han sido más psi que fí, me sonreí para adentro...
  

   La primera ecografía

   17 de septiembre. Comenzando mal el día. El turno es a la nueve y son las 7:30. Como todas las mañanas, debo bañarme porque mi neurosis me lo reclama. No puedo mear, no debo mear...El chorro del agua tibia cayendo sobre mi cuerpo me duele, lo envidio, lo odio...
   Nueve de la mañana. Sanatorio de la Mujer. ¡Qué cara de culo tiene la doctora! ¿Cuánto falta? ¿No entiende mi drama?...
   Con la vejiga llena a más no poder, y unas ansías incontenibles de orinar que me sacaban hasta las ganas de respirar, me dejé untar por ese gel frío sólo para saber cuántas semillas estaban germinando...Puf! es sólo Porotín...alivio comparado al que posteriormente sentí encerrada tres minutos en el baño.
  
   7, 1 semanas de edad gestacional...embrión único con muy buena vitalidad...
   ¿Qué más podía pedir?
    
    Lo que muestro a continuación es a modo de añoranza...ahora tengo unos once kilos más...a las mujeres suele gustarnos sufrir, aunque me encante la panza, redondita, inquieta, hay días que extraño ser esa tablita, fundamentalmente a la hora de subirme los pantalones.-


12.2.11

Crónicas que se gestan...

   Todo comenzó un viernes de agosto, cuando llegué del Postítulo con nervios porque sabía lo que me esperaba...mi novio con un test de embarazo (no digo marcas a menos que quiera publicitar en este blog)...
La facultad me pareció más al culo del mundo que de costumbre. El colectivo, un trole añejísimo que disfrutaba de mi impaciencia quedándose a mitad de camino, riendo chispas sonoras y crueles.
Un leve presentimiento de que el humo del cigarrillo que aspiraba no me acompañaría mucho tiempo más. No lo fumé, lo asfixié...
   Subí las escaleras salteándome un escalón aún sintiendo los gemelos arder. Abrí la puerta: "¿lo compraste?" sólo interrogué, sin un Hola previo..."Acá está" contestó Ezequiel mientras degustaba un vino que supongo habrá sabido rico.
   Aunque sólo cuatro pasos me separaban del cuarto de baño, no encuentro sinónimos apropiados para este lugar donde fui a evacuar la duda, los hice en un gran salto...nada más complicado que orinar dentro del recipiente sin salpicarte las manos temblorosas...o sí...colocar dentro la ínfima tirita haciendo equilibrio para que quede derechita...
   Espere cinco minutos reza el instructivo...puf!!Cinco interminables minutos...300 segundos mirando enceguecida cómo aparece una rayita rosa, una y media, dos!! ¿dos? ¿esas son dos rayitas? le grité a Eze que creo estaba encerrado en la cocina con más nervios que quien escribe..."No lo entiendo!!" dije entre risas y lágrimas..."Esperemos un poquito más", atinó a decir el otro implicado en el hecho...¿Más tiempo? pensé yo...¿alguien lo detuvo?, porque para mí no pasa...
   Y al final eran dos claras, precisas, diáfanas líneas rosas que indicaban positivo o usted está embarazada.
   Y fue esa noche cuando el día dejó de ser igual....