21.8.09

Un día de desencanto...

Me empapo con mis propias absurdas lágrimas. Me cubro la cara porque ya no quiero que me vean nuevamente desencantada. Ese es nuestro problema...nos hemos desencantado de nosotros mismos, de nuestro igual tan desigual. Hemos entendido que el otro no es a nuestra imagen y semejanza, ni lo guía el amor al prójimo.
Finalmente, el hombre imperfecto resulta ser corrompible, avaro, ambicioso y egoísta. Tratan de convencernos con palabras que afanosamente buscan para endulzar una cruda y amarga realidad, considerando que los oyentes somos una estúpida masa tan cansada de oírlas que nos resignaremos una vez más a que sólo generen eco dentro nuestro.
El hecho de que no pueda resignarme me desarma, me tritura por dentro, me tortura. Porque soy de acuario, según los horóscopos, tan abierta a la verdad como honesta frente a la mentira. Porque soy incomformista por naturaleza, y no conforme con eso, inestable por elección. Porque no he aprendido aún que el otro no actúa como me gustaría, y ese error tan imperdonable, me paraliza.
No he logrado abstraer los pensamientos, usar metáforas, salirme de mí misma para escribir en tercera persona, contar un cuento, transformarme en canción.
Hay días en que no sé qué hacer con los días. Momentos en los que me siento tan rutinariamente inútil, que me atemoriza quedar inmóvil en el camino y salvarme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario